Tema 2: ¿Cómo me encuentro yo?

Cuando nosotros escuchamos hoy esta pregunta, tendemos a pronunciar las fórmulas que ha ido acuñando el cristianismo a lo largo de los siglos: Jesús es el Hijo de Dios hecho hombre, el Salvador del mundo, el Redentor de la humanidad... ¿Basta pronunciar estas palabras para convertirnos en «seguidores» de Jesús? Por desgracia, se trata con frecuencia de fórmulas aprendidas a una edad infantil, aceptadas de manera mecánica, repetidas de forma ligera, y afirmadas más que vividas.

Jesús nos puede ayudar, antes que nada, a conocernos mejor. Con frecuencia, creemos tener una fe inconmovible en Jesús. Lo confesamos abiertamente como Dios y Señor nuestro, pero, luego, apenas significa gran cosa en los planteamientos y actitudes que inspiran nuestra vida.

No nos hemos de engañar. Cada uno hemos de ponernos ante Jesús, dejarnos mirar directamente por él y escuchar desde el fondo de nuestro ser sus palabras: ¿quién soy yo realmente para ti? ¿qué lugar ocupo en tu vivir diario?


¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar